El chocho (Lupinus mutabilis Sweet), en la actualidad se ha convertido en un alimento con alta demanda y  consumo entre personas de todas las edades, quienes se preocupan por mantenerse saludables, su alto valor nutricional es conocido por la mayor parte de la población por ello su comercialización y consumo ha crecido considerablemente en nuestro país durante la última década, a más de que representa una alternativa para contrarrestar la malnutrición en diversos sectores de nuestro país.

El chocho es una leguminosa originaria de los Andes, es conocido con varios nombre tales como: Chocho, Lupino, Altramuz (Español), Tarwi, Tarui (Quechua), y Lupin (Francés); la planta del chocho crece entre 2800 y 3600 metros sobre el nivel del mar y se adapta a agroclimas secos, el fruto es una vaina de 5 a 12 cm, la cual contiene de 3 a 8 granos, su color difiere dependiendo de la variedad y va desde el blanco hasta negro, el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias – INIAP, ha liberado 2 variedades de chocho, el INIAP-450 Andino e INIAP-451 Guaranguito.

En Ecuador el chocho se cultiva en las provincias de Imbabura, Cotopaxi, Pichincha, Tungurahua, Bolívar , Chimborazo, Carchi; según datos obtenidos en el  III  Censo Nacional Agropecuario (2002),  la superficie de siembra en este rubro es de 5974 ha y se cosechan 3921 ha, debido a la incidencia de factores bióticos como plagas y enfermedades y factores abióticos como son sequias o heladas.

Este súper alimento posee principalmente calcio con una concentración de 0.48% , el cual se concentra en la cáscara, este mineral es necesario para asegurar el crecimiento y fortalecimiento de dientes y huesos en el ser humano, por ello es recomendable consumirlo de forma integral es decir sin pelar. Otro de los minerales presentes en el chocho es el fósforo, cuya concentración es de 0.43%, el cual incrementa energía, contiene micro elementos tales como hierro (78.45 ppm), básico para la producción de hemoglobina en la sangre; es rico en ácido linoleico el cual beneficia procesos digestivos y estimula hormonas gastrointestinales, aporta energía en etapas de alta importancia en el crecimiento y desarrollo humano así como en la gestación, en el postparto.

El Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias – INIAP, ha desarrollado investigaciones, mejoramiento genético y estudios en nutrición, lo cual ha permitido mejorar variedades y conocer a fondo los beneficios que este grano andino tiene en la nutrición humana, a más de que impulsa y motiva su consumo en fresco y en los diversos productos, en la actualidad se encuentran diferentes presentaciones y opciones de consumo del chocho, tales como aceites, fideos, leche, yogurt, galletas o chocho deshidratado.

La agroindustria ha sacado ventaja de este importante rubro y cada vez es más fácil encontrar en el mercado productos procesados y distintas presentaciones de chocho para consumirlo al instante, de esta manera productores y consumidores se benefician del aporte nutricional que el chocho provee.