La ganadería es uno de los principales sistemas de producción agropecuarios en el país, misma que se encuentra en un gran porcentaje en la Amazonía; dentro de este contexto el Programa de Ganadería de la Estación Experimental Central de la Amazonía del  Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), durante el año 2016, desarrolló nuevas opciones tecnológicas silvopastoriles, conocidas como bancos forrajeros mixtos, que se obtienen de la mixtura entre el cultivo de pastos de corte, leguminosas y forrajeras en área reducidas.

Esta tecnología busca incrementar la oferta de producción de forraje de alta calidad por unidad de superficie, aumentar de la capacidad de carga animal y hacer frente a una ganadería intensiva, ya que se pueden mantener hasta 30 unidades bovina por hectárea de banco de forraje adecuadamente manejado.

El correcto establecimiento en lugares próximos a los estables, el cultivo de pastos de género Pennisetum (cultivar king grass morado, blanco), Panicum maximun (cultivar mombaza) con rendimientos de entre 5 a 13.4 t/ha/año de materia seca y de las leñosas forrajeras quiebra barriga (Trichanthera gigantea); morera (Morus alba), leucaena (Leucaena leucocephalla), gliricidia (Gliricidia sepium); botón de oro (Tithonia diversifolia) y flemingia (Flemingia macrophylla) con rendimientos que varían entre 2.9 a 4.8 t/ha/año de materia seca, con una frecuencia de corte o aprovechamiento de 30 a 45 días, se constituyen las fuentes de nutrientes (proteína, energía y fibra), necesarias en la alimentación del ganado bovino.

La producción de forraje en áreas reducida es una alternativa sostenible, permite el  uso más eficiente del suelo, el pasto y especialmente frenar las prácticas inadecuadas que afectan los recursos naturales.


 

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