INIAP participó en el seminario “El sistema de derecho obtentor como una herramienta del desarrollo nacional” 

El 21 de octubre del presente, se llevó a cabo el Seminario de “El sistema de derecho obtentor como una herramienta del desarrollo nacional”  organizado por el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI), en el cual el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) participó con la intervención de dos técnicos especialistas.

Ángel Murillo del Programa de Leguminosas del INIAP, impartió la charla sobre “El mejoramiento genético de fréjol para resistencia genética a enfermedades”, donde resaltó la importancia de este cultivo para la resolución de problemas de desnutrición en las áreas rurales del Ecuador, ya que es una leguminosa que cuenta con niveles elevados de nutrientes, carbohidratos y se presenta como una solución de bajo costo para familias de escasos recursos.

En el país se cultivan dos tipos de fréjol: volubles o trepadores y arbustivos, estos se pueden consumir en fresco o de grano seco. El mejoramiento en estas variedades los ha hecho resistentes a factores climáticos, así como a enfermedades y plagas típicas de este tipo de vegetales, también se ha mejorado su aporte nutricional.

La segunda intervención estuvo a cargo de William Viera, miembro del Programa de Fruticultura, quien se refirió a los avances que el INAP ha realizado en fitomejoramiento en frutales, ya que nuestro país es productor y consumidor de una gran variedad de fruta, de ahí la importancia de desarrollar y mejorar variedades. La fruta se ha convertido en una opción viable para la generación de agroindustria y para exportación.

El caso de la Morandina, variedad de mora sin espinas desarrollada por INIAP, a más de que tiene un fruto de mayor tamaño y rendimiento,  es una alternativa para la industria de mermeladas y pulpa para jugos, por lo que se considera importante que productores y agricultores la cultiven y de esta manera pueda ser comercializada en mayor medida; cuando existe mayor demanda es cuando más popular se vuelve una variedad y se la cultiva con mayor confianza.

La labor de investigación, innovación y desarrollo de nuevas tecnologías conlleva una cantidad considerable de años para que una variedad de fruta sea liberada, hace falta al menos 12 años de investigación y pruebas en campo antes de que la variedad se libere y sea comercializada.

El INIAP mantiene colecciones de frutales cultivados en diversos sectores del país, cuenta con banco de semillas que representa uno de los mayores aportes del Instituto al país y parte de su compromiso de dotar al agro de semillas de alta calidad en beneficio del productor.


 

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