El arroz es uno de los principales rubros que se producen en el país al ser uno de los alimentos primordiales en la canasta básica de los ecuatorianos. Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), existen 301.853 hectáreas de arroz sembradas, lo que representa más del 13% del total de área cultivable del país, permitiendo que se genere toda una cadena de valor, en la que participan diversos actores, desde los entes desarrolladores de tecnología como el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), el Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego (FLAR), otros centros de investigación, semilleristas, hasta el comerciante.

Desde la década de los años 60 el INIAP ha priorizado la obtención de variedades de arroz de alto rendimiento, resistentes o tolerantes a enfermedades y plagas, con una buena calidad molinera y culinaria, esto junto al estudio y validación de prácticas de cultivo adecuadas, posibilitaban el aumento de la producción nacional.

El INIAP, a través del Departamento de Biotecnología de la Estación Experimental del Litoral Sur, desarrolla trabajos en el cultivo de anteras de arroz, práctica que consiste en la obtención de plantas a partir de células gaméticas como los granos del polen.

La primera etapa del proceso se desarrolla en laboratorio con material in vitro, es decir, se cultivan in vitro, anteras que contienen microsporas o granos de polen inmaduros en pequeños frascos de vidrio, con un medio nutritivo en condiciones estériles, con el propósito de obtener plántulas haploides. (Haploide se refiere a una célula o a un organismo que sólo tiene un único conjunto de cromosomas).

Para la segunda etapa, las líneas generadas en el laboratorio son llevadas a invernadero para evaluación de las plantas y obtención de la semilla que luego es entregada al Programa de Arroz del INIAP, con el fin de continuar con la evaluación en campo de las plantas y así obtener una nueva variedad con buenas características.

A la fecha, el INIAP ha entregado al sector agropecuario del país, 17 materiales de arroz. La calidad de grano está en función de la demanda del productor, industrial y consumidor. Las variedades que el INIAP selecciona para su distribución son de grano largo (6,6 a 7,5 mm), extra largo (más de 7,5 mm), translúcido, más del 60% de grano entero al pilar, y de textura suave y granos sueltos al cocinarse.

La técnica implementada permitirá al programa de mejoramiento genético del rubro, reducir los tiempos en los que se puede obtener una variedad con características mejoradas en cuanto a calidad del grano, así como tolerancia a salinidad y sequía.

 

 


 

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