Guayas, 25 de abril de 2025. – La Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí (ESPAM) “Manuel Félix López”, ejecuta el proyecto “Generación de tecnologías climáticamente inteligentes para potenciar la actividad agrícola del secano” con financiamiento FIASA.

Manabí es una provincia, donde mas del 90% de su agricultura es de secano, lo cual significa que es dependiente de las lluvias. Lo anterior mencionado, sumado al efecto de la crisis climática que en los últimos años ha venido ocasionando sequías repentinas incluso dentro de la época lluviosa, afecta negativamente la productividad de los cultivos.

En este contexto, como parte de las actividades del proyecto FIASA, se investiga acerca del uso de polímeros y enmiendas retenedoras de humedad como hidrogel, biochar y zeolita en cultivos de plátano y pasto corte, lo cual permite planificar la producción en épocas de escasez. En el caso del plátano, éste se siembra en enero y recibe lluvias durante cuatro o cinco meses (enero a mayo), pero esto es insufiente para que la producción esté lista entre septiembre y diciembre, meses en donde hay mejores precios. Por el contrario, la falta de agua prolonga el ciclo del cultivo y la cosecha se da entre enero y febrero cuando los precios han bajado considerablemente.

Con el apoyo del Fondo de Investigación para la Agrobiodiversidad, Semilla y Agricultura Sustentable (FIASA) se han realizado experimentos con hidrogel y se ha determinado que, con el uso de 25 a 50 g de hidrogel por planta, se puede sembrar plátano hasta dos meses antes de la llegada de las lluvias (noviembre), garantizando que la planta estará establecida cuando estas se presenten, aprovechando toda el agua disponible y producir la cosecha entre septiembre y diciembre, para conseguir mejores precios.

Además, para mejorar la productividad y rentabilidad de un cultivo ya establecido, se aconseja no cortar el tallo de la planta madre luego de cosechar el racimo, para aprovechar la humedad contenida en el tallo. Se le hacen dos hoyos con un sacabocado; en uno se coloca fertilizante granulado y en el otro, una sustancia bioestimulante. Otra estrategia es que, a finales de año, se selecciona un hijuelo de entre un metro a metro y medio de altura, se hace un hoyo en el suelo frente al hijo seleccionado y se coloca una mezcla homogénea de hidrogel, biochar y zeolita en dosis de 25, 200 y 200 g de cada producto, respectivamente, para mejorar la retención de humedad. Con estas dos prácticas, se puede programar la cosecha para el último cuatrimestre del siguiente año, donde se dan los mejores precios.

En el caso del pasto de corte, se sugiere usar una dosis de 10 g de hidrogel, 100 gramos de biochar y 100 gramos de zeolita por cada metro lineal de surco, al momento de la siembra de las varetas del pasto. Esto potenciara la capacidad del suelo de retener por mayor tiempo la humedad dejada por las lluvias, y poder producir forraje durante la temporada seca, garantizando forraje para el ganado y complementar su alimentación. Con el apoyo de FIASA, los investigadores conviertan sus propuestas en soluciones concretas para beneficio de los agricultores ecuatorianos.


 

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